VersQuiciada

Para Olga Álvarez, compañera versquiciada ;) 

Apoya tu puerta
en el quicio
de este verso.

Es un verso
a medio construir.
Aún no hay dintel
ni jambas
que lo amarren
al cielo arado por los aviones,
pero las palabras giran
como pernios giran
como goznes
giran
tu puerta en este verso
desquiciado.

No hay arriba ni abajo
―el aire está remachado en el mar―,
ni diestra ni siniestra
―el punto medio es el centro vicioso―,
porque las palabras envidan
como jugadores envidan
como ancianos
que en vida
apuestan
al «rojo - negro nunca gana,
señores».

Apoya tu puerta
en el quicio
de este verso
y entórnala:
verás una cigüeña sin corteza
a través del versquicio.
 
O quizás dos
 
si estás lo suficientemente
versquiciada.

Ruth M. Rodríguez

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